Tocan a uno del movimiento de los indignados y se meten con toda España

Fuente: Página12

Circula mucha información sobre el proyecto de expropiación de YPF a Repsol. Entre tanto que circula, cada uno puede seleccionar los textos que le ayuden a comprender aristas y a cerrar preguntas.

Imaginarán que soy partidario de la soberanía hidrocarburífera, hace tiempo, más allá de la decisión de ayer. Cuando hace muchos años Néstor Kircnher dijo que habría una empresa petrolera nacional no lo creí, pero tampoco dejé de soñarlo. Alimentaba mi increencia la vinculación de Kirchner con Menem en tiempos de la privatización. Hoy me parece un argumento vacío de los que critican el proyecto de expropiación. Si NK y CFK estuvieron, eso no hace que queden condenados a una empresa petrolera privada. Son puntos distintos. El que quiera denunciarlos por complicidad en el 99, que lo haga. Este punto es otro.

Me preguntaba estos días si el posible anuncio no tenía un dejo de «doctrina del shock» al estilo del análisis que Naomí Klein hace de las prácticas norteamericanas en países en situación crítica. Quizá eso es lo que me motivó a entender un poco qué pasaba con Repsol/YPF y qué era esta cosa rara de faltante de combustible constante.

Seleccioné tres textos que me parece, corren en paralelo con tanto dicho sobre el anuncio de ayer. Especialmente me interesa que sean algo así como una respuesta a Rajoy cuando quiere hacer creer al mundo y a los españoles que tocar a Repsol es tocar a España, afirmación que demuestra el claro trasfondo liberal de opción española por respaldar el mercado, por más que la empresa no reporte beneficios claros a España. Hablar como si fueran matrimonio, uno en nombre del otro, no me hace pensar en más que «el mercado y yo, que somos lo mismo, pensamos…»

¡Ojalá Rajoy hubiera dicho «Tocan a uno del movimiento de los indignados y se meten con toda España»!

Van los textos, recortados. Pueden leer completo cada uno haciendo click en la referencia.

Repsol y el nacionalismo español

El blog de Juan García Luján y compañía. 17-04-12

El anuncio realizado por el gobierno argentino de nacionalizar el 51% de las acciones de YPF ha provocado que algunos saquen a relucir el ultranacionalismo español que llevan dentro. Hace unos días ABC abría su portada con el titular “Kirchner ataca España”. El ministro de Industria José Manuel Soria amenazaba a la presidenta argentina “si el gobierno argentino actúa con Repsol tendrá consecuencias en las relaciones con España”. En los mismos términos se pronunciaron Barack Obama y Bruselas. En las redes sociales ya se están pronunciando defensores de “España” que en realidad defienden a una multinacional.

El diputado de Izquierda Unida Alberto Garzón publicaba en su blog Pijus Económicus los datos del accionariodo de Repsol, unos datos que dejan en ridículo ese nacionalismo que confunde España con una empresa que tiene buena parte de su capital en el extranjero y que, según Garzón, pone parte de sus beneficios en paraísos fiscales:
Repsol utiliza paraísos fiscales para evadir y eludir impuestos, amén de beneficiarse de las rebajas fiscales y de las deducciones (todo en un marco de competencia fiscal). La propia entidad trata de justificarse en su web. La existencia de paraísos fiscales merma la capacidad recaudatoria de los Estados -deteriorando y destruyendo los servicios públicos-, genera inestabilidad financiera y amenaza la democracia. Un estudio que hice sobre ello puede leer aquí.

En tercer lugar, lo más importante quizás. La propiedad de la empresa. Según se puede leer en su web más de la mitad de la empresa es propiedad de capital extranjero. La composición fundamental es la siguiente:

9’49% de PEMEX, empresa mexicana.
12’83% de CaixaBank
10’01% de Sacyr
42’00% de fondos de inversión extranjeros
9’90% de fondos de inversión españoles
10’80% de inversores minoritarios españoles

España, ¿cuál España?

Por Atilio A. Borón 15-4-2012

(ingresá al texto completo)

 

Tanto su “puesta en escena” –rostros endurecidos de furia, frases altisonantes, dedo índice en ristre de García-Margallo– como el contenido amenazante de sus declaraciones, especialmente la del tal Méndez de Vigo diciendo que la Argentina se convertiría en un “apestado internacional” y sufriría “consecuencias malísimas” en caso de que se afectaran los intereses de Repsol YPF son un oportuno recordatorio de que, lamentablemente, las peores tradiciones del colonialismo español siguen vivas y regurgitan cada vez que sienten que alguna de sus antiguas colonias se aparta del curso de acción fijado por la antigua metrópolis. La violencia simbólica desatada en estos días se inscribe en el sórdido panorama que presenta la España actual, atribulada por una profunda crisis económica y por el fenomenal retroceso experimentado en materia de derechos ciudadanos y libertades públicas.

(…)

El argumento más socorrido por estos enardecidos funcionarios de la corona es que cualquier agresión a Repsol YPF sería un ataque a España y, por ende, a los españoles. No hay que caer en esa trampa. El pleito no es con España o los españoles sino con su burguesía, que explota y desangra a los pueblos tanto fuera como dentro de España, cosa que hoy es evidente hasta para un ciego. Porque España no es esa pandilla de saqueadores profesionales, dignos descendientes de quienes cometieron en nuestras tierras el mayor genocidio de la historia, amparados por la maléfica alianza entre la cruz y la espada. España no son esos especialistas en vaciar empresas y en arrancar pingües ganancias como lo han hecho por toda Latinoamérica y el Caribe bajo la protección de sus padrinos políticos, sean estos Felipe González, José María Aznar o Mariano Rajoy. España no es esa corona nauseabunda y parasitaria, hundida en una ciénaga de escándalos que “la prensa seria” de la península se encarga de disimular.

 

Izquierda Unida ve una «vergüenza» que el Gobierno defienda a Repsol

Vía Rebelion.org

(Ingresá al texto completo)

Izquierda Unida considera que la expropiación de YPF no es un «ataque a España» pues Repsol es una entidad privada «de distintas nacionalidades» y cree «una vergüenza» que el Gobierno español haya salido en defensa de la compañía petrolera.

El portavoz económico de Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) y diputado de IU por Málaga, Alberto Garzón, ha señalado que «Repsol no es técnicamente una empresa española», pues más del 50% de la multinacional es propiedad del capital extranjero, y además «proporciona beneficios a la economía española que podrían considerarse nimios», ya que en nuestro país declara el 25% de sus beneficios totales por todo el mundo.

Por ello, sostiene que en este conflicto «no están enfrentados los intereses de dos naciones distintas, sino los intereses nacionales de Argentina y los intereses económicos de sujetos privados de distintas nacionalidades -y entre ellas, en menor grado, españoles-«.

«Por lo tanto, es una falacia considerar esta medida económica como un ataque a España -escribe en un artículo publicado en su página personal-. Es una compra legal, que en todo caso podría estar minusvalorada, y que afecta a los intereses de unos sujetos económicos -grandes empresas y bancos- que no comparten beneficios con el resto de la sociedad».

A su juicio, la expropiación «no es la guerra de los trabajadores españoles» y por ello «es una vergüenza que el gobierno español salga en defensa de los intereses de las grandes empresas españolas que poseen un capital minoritario de Repsol, en perjuicio de los intereses nacionales de un país soberano como Argentina». «Más aún cuando mientras eso ocurre el gobierno está efectuando políticas de recortes que hacen recaer el peso de la crisis sobre la población española más desfavorecida», añade.

 

 

 

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